Se estima que en nuestro país hay 3,5 millones de personas con diabetes y más de la mitad es mayor de 65 año. El anciano con diabetes mellitus tipo 2 supone un auténtico reto clínico para la Sociedad Española de Medicina Geriátrica (SEMEG) tanto por su prevalencia como por una serie de características que lo hacen diferente a otros pacientes con esta patología.












