El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, siempre se vanagloria de que en Irán no hay gays. Y para asegurarse que así es, de vez en cuando su régimen retrógrado y antidemocrático elimina a aquellos pobres desgraciados a los que pilla in fraganti practicando la sodomía.
Y tras el final del Ramadán, época en la los ajusticimientos son suspendidos temporalmente, las ejecuciones sumarias se han reanudado en Irán en toda su crudeza con la ejecución de tres hombres acusados de sodomía según Iran Human Rights, la organización que ha denunciado la nueva atrocidad del régimen de Mahmoud Ahmadinejad.