Como ustedes saben un sector de la izquierda catalana se ha agrupado para competir en mejores condiciones en las próximas elecciones, tanto autonómicas como generales. Se trata de la veterana coalición ICV – EuiA y las jóvenes formaciones Podemos y Procés Constituent. Es muy posible que este nasciturus haya generado que se aceleraran las conversaciones entre CiU y ERC para conformar esa lista de «la sociedad civil», que –cosa poco normal-- no ha sido consultada para dicho particular.
El acuerdo entre las formaciones políticas catalanas que estamos comentando tiene una novedad en lo que respecta a las generales: después de muchísimos años el socio no será Izquierda Unida sino Podemos o la coalición que acabe liderando Podemos. Con independencia de la valoración política que sea haga sobre ello parece claro que estos coaligados tendrán unos resultados importantes. De manera que, desde mirando las cosas desde el tendido, me atrevería a decir que es el acuerdo de la eficacia. Así es que, partiendo de cómo son –y parecen ser--, estos coaligados han tenido la cabeza en su sitio. Todo indica que la declaración de intenciones políticas –esto es, la literatura electoral— no ha tenido finalmente problemas. Tan sólo falta un detalle: la cabeza del cartel. Cosa normal, como no podía ser de otra manera.
Como es de cajón, cada formación propone a uno propio. Iniciativa propone a Joan Coscubiela, EUiA prefiere a Nuart, Podemos plantea a Dante Alfano y en Procés Constituent dicen que se barajan los nombres de Sor Forcadas o el de Arcadi Oliveras.
Repito, desde mi tendido de sol les digo: «Oigan, ¿han perdido la chaveta? ¿están bien de la cabeza? Vamos a ver, una cosa es la ingenuidad; otra cosa es la idea de que el propio es, por definición, el mejor; y, finalmente, cuestión diversa es regatear quién debe ser el primero de la lista para conseguir mayor presencia en la lista a cambio de acceder a que el primero sea Fulano. Pero, oído cocina, lo peor es hacer el ridículo.
¿Puede alguien creer que Joan Coscubiela no es el más idóneo? ¿Se puede aparentar que no lo es pro duomo sua? Ciertamente, todos los posibles candidatos a encabezar la lista tienen una biografía política o social determinada. Pero no todos tienen la misma proyección social y política; no todos tienen el mismo reconocimiento público, sin que ello represente detrimento del resto. Oigan, sean consecuentes políticamente. Porque, además, de la parte de biografía pública de todos ellos se sabe hasta que punto los saberes y conocimientos interdisciplinarios, la pericia en gestionarlos es Coscubiela, de largo, quien está en la mejor posición. Más todavía, este caballero lo ha demostrado haciendo política en una legislatura que ha sido complicada.
Por favor, no jodan la marrana. Quienes me conocen saben que este texto no es de encargo.