
Con motivo del Día Mundial por el Trabajo Decente, que se celebra el próximo 7 de octubre, desde Red Acoge exigimos al Gobierno que ponga fin a la desprotección laboral en el ámbito del empleo doméstico, una situación que afecta principalmente a mujeres migrantes.
Se entiende por trabajo digno o decente el derecho de toda persona a contar con unas condiciones de trabajo equitativas, satisfactorias, justas y respetuosas con su integridad física y mental.
El derecho a trabajar constituye un derecho fundamental para alcanzar una vida digna. Garantiza la supervivencia del individuo y su familia, además de contribuir, siempre que el trabajo sea libremente escogido y aceptado, al desarrollo integral de la persona y a su reconocimiento en el seno de la comunidad.
En el Día Mundial por el Trabajo Decente, promovido por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Red Acoge quiere hacer especial énfasis en la falta de regulación y protección legislativa que sigue presentando el sector del trabajo doméstico. Un sector que, en el caso de España, está compuesto en su mayoría por mujeres migrantes, quienes sufren a menudo condiciones laborales penosas e invisibles para el resto de la sociedad, especialmente aquellas que trabajan como empleadas internas del hogar.
Como señala la OIT, “el trabajo doméstico sigue siendo infravalorado e invisible y lo realizan principalmente las mujeres y las niñas, muchas de las cuales son migrantes o forman parte de comunidades desfavorecidas, y son particularmente vulnerables a la discriminación con respecto a las condiciones de empleo y de trabajo, así como a otros abusos de los derechos humanos”.
La precariedad sigue caracterizando este ámbito laboral: alta irregularidad en la contratación, salarios bajos, horas extra sin remunerar, jornadas de 40 horas para empleadas del hogar internas, falta de vacaciones, exclusión del derecho a la prestación por desempleo, falta de protección y de equiparación en la regulación de la indemnización por despido, inexistencia de fórmulas para que la Inspección de Trabajo pueda cumplir su función, etc. En este contexto, muchas mujeres migrantes son, además, víctimas de situaciones de acoso y violencia sexual por parte de sus empleadores, lo cual aumenta aún más la vulnerabilidad a la que están expuestas.
En definitiva, existe una ausencia total de protección de sus derechos laborales que quebranta las normas fundamentales del ordenamiento jurídico español y las directivas europeas sobre igualdad y no discriminación. Por ello, Red Acoge exige al Gobierno español que:
El derecho a trabajar constituye un derecho fundamental para alcanzar una vida digna. Garantiza la supervivencia del individuo y su familia, además de contribuir, siempre que el trabajo sea libremente escogido y aceptado, al desarrollo integral de la persona y a su reconocimiento en el seno de la comunidad.
En el Día Mundial por el Trabajo Decente, promovido por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Red Acoge quiere hacer especial énfasis en la falta de regulación y protección legislativa que sigue presentando el sector del trabajo doméstico. Un sector que, en el caso de España, está compuesto en su mayoría por mujeres migrantes, quienes sufren a menudo condiciones laborales penosas e invisibles para el resto de la sociedad, especialmente aquellas que trabajan como empleadas internas del hogar.
Como señala la OIT, “el trabajo doméstico sigue siendo infravalorado e invisible y lo realizan principalmente las mujeres y las niñas, muchas de las cuales son migrantes o forman parte de comunidades desfavorecidas, y son particularmente vulnerables a la discriminación con respecto a las condiciones de empleo y de trabajo, así como a otros abusos de los derechos humanos”.
La precariedad sigue caracterizando este ámbito laboral: alta irregularidad en la contratación, salarios bajos, horas extra sin remunerar, jornadas de 40 horas para empleadas del hogar internas, falta de vacaciones, exclusión del derecho a la prestación por desempleo, falta de protección y de equiparación en la regulación de la indemnización por despido, inexistencia de fórmulas para que la Inspección de Trabajo pueda cumplir su función, etc. En este contexto, muchas mujeres migrantes son, además, víctimas de situaciones de acoso y violencia sexual por parte de sus empleadores, lo cual aumenta aún más la vulnerabilidad a la que están expuestas.
En definitiva, existe una ausencia total de protección de sus derechos laborales que quebranta las normas fundamentales del ordenamiento jurídico español y las directivas europeas sobre igualdad y no discriminación. Por ello, Red Acoge exige al Gobierno español que:
- Ratifique el Convenio núm 189 de la OIT sobre las trabajadoras y los trabajadores domésticos con el fin de respetar, proteger y cumplir con los derechos de las trabajadoras domésticas, así como la Convención internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios y de sus familias.
- Anule la enmienda 6777 incorporada a los Presupuestos Generales del Estado de 2018, reconociendo la equiparación de cotizaciones en base a los salarios reales y la cobertura de vacíos para el cálculo de pensiones.
- Incorpore plenamente los derechos de las trabajadoras y trabajadores domésticos en el Régimen General, eliminando el sistema especial y el reconocimiento en el marco del Estatuto de los Trabajadores.
- Reconozca jurídicamente el trabajo de los cuidados actualmente bajo el Sistema especial de Empleo de Hogar, reconociéndolo como categoría profesional diferenciada y valorando su enorme aportación para sostener el bienestar de las personas y de la sociedad en su conjunto.