
Puede que Marte tenga la fama de ser un mundo desolado, pero en absoluto está muerto: su atmósfera es delgada, pero capaz de formar tormentas y, como se ve en esta imagen, hacer que cientos y hasta miles de “diablos de polvo” recorran su superficie.
Puede que Marte tenga la fama de ser un mundo desolado, pero en absoluto está muerto: su atmósfera es delgada, pero capaz de formar tormentas y, como se ve en esta imagen, hacer que cientos y hasta miles de “diablos de polvo” recorran su superficie.