Desde 1981, cada 21 de septiembre se celebra el Día Internacional de la Paz, una fecha instaurada por la Asamblea General de las Naciones Unidas con el objetivo de fomentar la colaboración entre las naciones, los pueblos y los ciudadanos para conseguir un mundo en paz.

Como Mensajera de la Paz de las Naciones Unidas desde 2002, la Dra. Jane Goodall ha querido compartir en este día un mensaje para invitarnos a reflexionar sobre cómo promover la paz con acciones individuales en nuestro día a día. Aunque ha reconocido que no le ha resultado fácil pensar en el mensaje de este año, debido a las guerras y conflictos actuales alrededor del mundo, a sus 90 años cumplidos el pasado mes de abril, la Dra. Jane se sigue manteniendo esperanzada: “Podemos, todos y cada uno de nosotros, hacer todo lo posible para mostrar amabilidad y respeto por las personas, los animales y la naturaleza que nos rodea”. A continuación, reproducimos su inspirador mensaje.

Mensaje de la Dra. Jane Goodall en el Día Internacional de la Paz

"Soy Mensajera de la Paz de las Naciones Unidas y, sinceramente, no me resulta fácil pensar qué mensaje debo compartir este año porque ahora mismo el mundo está muy lejos de ser pacífico. Sin embargo, muchos millones de personas odian la guerra y sueñan con vivir en paz. Las madres protestan cuando sus maridos o hijos se ven obligados a luchar y lloran cuando vuelven heridos o cuando vuelven sus cadáveres en bolsas. Los jóvenes que sobreviven suelen quedarse profundamente traumatizados por los horrores de la guerra. Parece que hay guerras o conflictos armados por todo el mundo: la guerra entre Rusia y Ucrania, el conflicto permanente entre Israel y Palestina que ha dado lugar al actual genocidio en Gaza, las guerras y los conflictos en muchos países africanos, los actos de terrorismo de grupos extremistas religiosos, la opresión de los pueblos indígenas y los grupos minoritarios, los tiroteos en las escuelas, la creciente violencia doméstica y en las calles y, por supuesto, el racismo y la discriminación. 

Luego están nuestros continuos ataques al mundo natural: la deforestación, la contaminación, la minería, el fracking y la agricultura industrial con su uso de pesticidas, herbicidas y fertilizantes artificiales químicos, a menudo venenosos. Se está matando el propio suelo y esto tiene un efecto terrible sobre la biodiversidad. Estamos en medio de la sexta gran extinción de especies vegetales y animales, esta vez causada por los actos humanos de violencia contra la naturaleza, y agravada por el cambio climático inducido por los seres humanos. Tratamos con gran crueldad a miles de millones de animales sintientes en granjas industriales, en investigaciones médicas innecesarias, en espectáculos y como mascotas. Y también está la horrible caza de trofeos. Imaginaos cómo sería el mundo si todos hicieran caso de la regla de oro, común a todas las principales religiones: «Haz a los demás lo que te gustaría que te hicieran a ti». Y en 'los demás' se debería incluir a los animales y a la Madre Naturaleza.

El tema del Día Internacional de la Paz de este año es 'Cultivar una cultura de paz' y este tema se aplica en el programa humanitario y medioambiental del Instituto Jane Goodall, Raíces & Brotes, que está presente en 70 países de todo el mundo y cuenta con miembros desde la guardería hasta la universidad. Incluso hay grupos de adultos. En muchos países, los miembros volarán palomas gigantes de la paz, hechas de sábanas recicladas y malla de alambre o papel maché, mientras tocan la canción de Dana Lyons, “Circle the World”. También elegirán proyectos para promover la paz con la naturaleza, como limpiar la basura de ríos, lagos y océanos, plantar árboles o recaudar dinero para organizaciones conservacionistas. Algunos trabajan con quienes quieren acabar con el comercio ilegal de animales salvajes. Algunos son voluntarios en refugios de perros y gatos abandonados, o santuarios de animales de granja rescatados o de animales rescatados del comercio ilegal, paseando perros de personas enfermas o mayores, cuidando sus huertos ecológicos, reuniéndose en sus barrios para compartir proyectos e historias con comida y bebida de diferentes culturas. A medida que reunimos a miembros de diferentes países, generalmente de manera virtual, se dan cuenta de que más importante que el color de la piel, el idioma, la cultura y la religión es el hecho de que todos somos humanos: todos sentimos dolor físico y mental, todos lloramos, reímos y amamos. Somos una familia. En muchos países, musulmanes y cristianos y miembros de diferentes países y culturas están trabajando juntos en proyectos para hacer del mundo un lugar mejor para todos.

Podemos, todos y cada uno de nosotros, hacer todo lo posible para mostrar amabilidad y respeto por las personas, los animales y la naturaleza que nos rodea. Podemos intentar reconciliar las diferencias con nuestras familias, amigos o compañeros de trabajo. Podemos tender la mano en señal de amistad a los refugiados recién llegados. Podemos elegir éticamente lo que compramos, lo que comemos y lo que vestimos, lo que significa que podemos negarnos a comprar productos que han dañado el medio ambiente, que son crueles con los animales o que son baratos debido a salarios injustos.

Oremos por el fin del conflicto, especialmente el genocidio del pueblo de Gaza, y por aquellos que arriesgan sus vidas para ayudar a los heridos, alimentar a los hambrientos y cuidar de los animales que sufren como resultado de la violencia humana, la crueldad y la guerra".

Dra. Jane Goodall, Mensajera de la Paz de las Naciones Unidas


Desde el Instituto Jane Goodall, siguiendo la filosofía de nuestra fundadora para un planeta sano donde la gente viva de manera sostenible y en armonía con los animales y su entorno, nos sumamos hoy y todos los días a la celebración del Día Internacional de la Paz y al llamamiento de las Naciones Unidas para cultivar una cultura de paz con nuestro programa educativo ambiental “Raíces y Brotes”.