
Además del consiguiente papeleo administrativo de aduanas y permisos realizado por Iratxe, encargada de la secretaría técnica, desde la oficina de la ONGD en Madrid, a punta de teléfono e innumerables correos electrónicos.
Tras una compleja maniobra del camionero para colocarse adecuadamente al final de la rampa situada en la entrada del almacén, se abren las puertas del contenedor y comienzan dos horas de frenética actividad en la que cientos de cajas y palés se van colocado ordenadamente a lo largo y ancho del contenedor, sin dejar un sólo hueco libre. Algo bastante complejo que Alfonso y Manuel realizan de forma aparentemente sencilla.