Hiroo Sato nació en Japón, pero su fascinación por la música clásica occidental y las ganas de estudiar en los países donde esta nació le animaron a mudarse al otro lado del mundo. De esta forma, Sato, que se había formado en Tokio como pianista, ingresó primero en la Universidad de las Artes de Berlín y, actualmente, está matriculado en el Conservatorio Tchaikovsky de Moscú.