
En 2014, el observatorio espacial XMM-Newton de la ESA descubrió rayos X procedentes de la estrella masiva Rho Ophiuchi A y, el año pasado, vio cómo fluctuaban periódicamente en forma de intensas fulguraciones. En ambos casos se trataba de hallazgos sorprendentes. Ahora, gracias al Very Large Telescope (VLT) de ESO, los científicos han visto que la estrella cuenta con un potente campo magnético, lo que la confirma como un faro cósmico.