
Mercurio es el planeta más cercano al Sol (llega a aproximarse a poco más de 46 millones de kilómetros durante su perihelio) y también es el más pequeño del Sistema Solar, y esas circunstancias conllevan que su estudio con sondas espaciales sea más complicado del que suele ser habitual en este tipo de misiones. La ESA, en conjunción con la agencia espacial japonesa (JAXA), va a lanzar su primer satélite hacia el planeta el 20 de octubre, a bordo de un Ariane 5 desde Kourou, y lo hará con el objetivo de descubrir muchos de los secretos que Mercurio aún guarda celosamente.