Estudio desarrollado por Nielsen Consumer Insights Spain en Noviembre de 2018 para Fairtrade Ibérica, con una muestra de 1.004 entrevistas válidas con un error muestral de +3,2%
En el marco de de la celebración del Día Mundial de los Derechos del Consumidor analizamos el comportamiento de los españoles que se consideran “responsables” cuando realizan las compras de productos de alimentación para su hogar.

Un 91% de los españoles declara conocer los productos sostenibles, destacando como características más asociadas a estos; la prohibición del trabajo infantil y el cuidado del medioambiente. Dos tercios de los compradores de productos sostenibles declaran conocer los Objetivos de Desarrollo Sostenible y para 9 de cada 10 influyen en su decisión de compra.
Un 65% de los encuestados declara haber comprado productos sostenibles siendo del 48% los que han comprado en los últimos seis meses. Casi un 20% de los compradores de estos productos lo hacen al menos una vez a la semana y un 75% lo compra al menos una vez al mes, llevando involucrados en la compra productos sostenibles menos de tres años de media.
El perfil medio del comprador sostenible son mujeres, con mayor presencia del grupo de edad de 34 a 44 años; con hijos y trabajando en la actualidad. Como principales motivaciones de compra figuran ayudar a una causa justa apoyando a los países en desarrollo, la compra de productos con ingredientes sostenibles y saludables, así como minimizar el impacto medioambiental.
En general existe un gran desconocimiento de los nombres de las Organizaciones Certificadoras; siendo los de mayor notoriedad los sellos identificativos de producto orgánico, sello de certificación de producto local y sello de producto de Comercio Justo.
Un 65% de los encuestados declara haber comprado productos sostenibles siendo del 48% los que han comprado en los últimos seis meses. Casi un 20% de los compradores de estos productos lo hacen al menos una vez a la semana y un 75% lo compra al menos una vez al mes, llevando involucrados en la compra productos sostenibles menos de tres años de media.
El perfil medio del comprador sostenible son mujeres, con mayor presencia del grupo de edad de 34 a 44 años; con hijos y trabajando en la actualidad. Como principales motivaciones de compra figuran ayudar a una causa justa apoyando a los países en desarrollo, la compra de productos con ingredientes sostenibles y saludables, así como minimizar el impacto medioambiental.
En general existe un gran desconocimiento de los nombres de las Organizaciones Certificadoras; siendo los de mayor notoriedad los sellos identificativos de producto orgánico, sello de certificación de producto local y sello de producto de Comercio Justo.

Fairtrade tiene mejor imagen en general, destacando especialmente en calidad, productos naturales, asociación de certificación ética más conocida en el mundo. Aunque una mayoría de encuestados estima que son factores claves para aumentar la comercialización de estos productos; el mejorar la distribución y una mayor información.
Un 59% de consumidores está dispuesto pagar entre un 10-20% más por un producto sostenible. De las compras de productos sostenibles se realizan en Supermercado/Hipermercado el 59 %, Tiendas Ecológicas el 44%, Tiendas de Comercio Justo un 39%, con presencia del Internet 15%.
Según un estudio reciente realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU); El consumo sostenible no es solo qué compramos sino, sobre todo, qué estilo de vida llevamos. Los consumidores concienciados no entienden su compromiso como una simple cuestión de hábitos de compra, de bienes que adquieren o dejan de adquirir, de proveedores a los que contratan o no. Se trata más bien de una actitud vital y de una forma de estar en el mundo.
Los ciudadanos no conocen bien las etiquetas de las nuevas economías pero sí se sienten identificados con sus mensajes
Las nuevas economías se encarnan en distintas corrientes, etiquetadas con nombres que en muchos casos todavía son poco conocidos por el consumidor común y de las que no distinguen sus rasgos, filosofías y campos de acción específicos al englobarlas como tendencias de consumo cuyo objetivo es que la economía sirva a las personas y el planeta, pero son muchos más los consumidores que dicen identificarse con ese ideario y que se muestran dispuestos a consumir productos, contratar servicios y apoyar sus iniciativas.
Introducción a las nuevas economías:
Cambio climático: Aumenta el número y la crudeza de las sequías, los problemas de acceso al agua potable y el riesgo de fenómenos atmosféricos extremos e inundaciones por la subida del nivel del mar.
Desigualdad en el reparto de riqueza: El avance de la sociedad del bienestar ha permitido aumentar la esperanza de vida, el nivel educativo y el acceso a bienes de consumo, pero el crecimiento económico, no se traduce directamente en beneficios para el conjunto de las sociedades ni permite ofrecer seguridad alimentaria y acceso a bienes básicos al total de la población.
Contaminación de ecosistemas y pérdida masiva de biodiversidad: Causadas por un modelo extractivo y lineal de producción y consumo, por el uso incontrolado de plásticos y liberación de sustancias tóxicas y por vivir encima de las posibilidades regenerativas del planeta.
Globalización comercial: Un mercado mundial y la eficiencia de las economías de escala nos permiten el acceso a muchas mercancías antes inalcanzables y a productos que aun elaborados en la otra punta del mundo son más baratos que los hechos al lado de casa. Pero eso también es posible porque, muy a menudo, hay impactos sociales y ambientales -como unos deficientes derechos laborales, la contaminación o las emisiones de CO2 del transporte- que no se integran en el precio final.
El consumo visto desde las nuevas economías
No hay una sola forma de ser un consumidor responsable,existen distintos tipos de consumidores. Hay una positiva percepción generalizada de que el consumidor español está cambiando impedimentos:
-El precio: Si los precios internalizaran los costes económicos, sociales y medioambientales reales, los productos éticos serían más competitivos. Desconocimiento del gran público de que existen alternativas de consumo, lo que puede llevar a la resignación y el escepticismo. Falta más visibilidad. Tenemos una percepción de falta de tiempo, de no llegar a todo, y valoramos las opciones cómodas y que nos ahorran tiempo. Por eso, las nuevas economías precisan ofrecer opciones que no requieran esfuerzos heroicos por parte del consumidor.
- Identificación con una ideología concreta y que eso genere prejuicios
- El desequilibrio de poder entre las grandes empresas y la ciudadanía
- El greenwashing, o uso de reclamos “verdes” o “sociales”, que llevan a un escepticismo generalizado
Alimentación
78% Evita el desperdicio alimentario
71% Intenta no comprar productos sobre envasados
69% Toma decisiones que cree que favorecen el bienestar animal
67% Evita comprar productos procesados
61% Hace compra de proximidad
Qué ofrecen las nuevas economías en el campo de la alimentación
En la producción
-- Producción ecológica y sostenible, en oposición a los sistemas de agricultura y ganadería intensiva
-- Permacultura y regeneración de ecosistemas
-- Bienestar animal
-- Cultivo de nuestros propios alimentos en huertos compartidos o individuales
-- Preferir el Comercio Justo para productos de orígenes lejanos, porque vela por un trato digno a los pequeños productores en países en desarrollo
En la distribución
-- Consumo de productos locales, que reducen los costes y emisiones del transporte
-- Compra directa al productor o mediante grupos de consumo
-- Cooperativas de consumo
-- Supermercados de gestión cooperativa y comunitaria
En la venta
-- Compra de proximidad para que no se desabastezcan las comunidades locales. Supermercados a granel o libres de envases
-- Nuevos materiales que reduzcan el impacto medioambiental de los envases sin afectar a la seguridad alimentaria
En el consumo
-- Reducir el desperdicio alimentario tanto en casa como a través de iniciativas vecinales de intercambio de comida o de neveras solidarias
-- Recuperar las herencias gastronómicas autóctonas y sus productos tradicionales
-- Comer menos carne por su alto impacto en el cambio climático
Cada vez se pone más de manifiesto la importancia de saber de forma objetiva y transparente qué es y cómo se ha fabricado lo que adquirimos y apostar por el consumo ético y consciente. Y la mejor forma de conseguirlo es con un Comercio Justo y un Consumo Responsable que nos haga reflexionar y ser más conscientes y críticos con nuestras compras.