La guerra provocó grandes desplazamientos, refugiados hacia el norte de Uganda y Kenia principalmente, y desplazados internos. Tanto los refugiados como los desplazados internos están volviendo a sus lugares de origen. Considerando la fragilidad de este país y su historia, se estima que la reconstrucción de la vida, de los medios de sustento y de la sociedad civil será un largo y duro proceso. El nuevo gobierno regional, con apenas cuatro meses en el poder, todavía está comenzando a estructurarse y aunque ha hecho muchos avances en el ámbito educativo (pago de salarios de los profesores, diseño del plan nacional de estudios, etc.), aún no ha podido ejercer toda su responsabilidad en materia de educación.
El Gobierno de Sur Sudán debe construir su sistema educativo desde cero, ya que casi apenas hay escuelas, incluso antes de la guerra. La primera escuela secundaria en el sur de Sudán no abrió hasta 1948, sólo siete años antes de que Sudán obtuviese su independencia de los británicos y condominio del imperio egipcio en 1955.
Uno de los problemas del país es el gran número de niños y niñas en edad escolar que no está matriculado en las escuelas de primaria y secundaria. Según el informe del Gobierno de Sur Sudan “Education Statistics for Southern Sudan 2009” solo 37% de los niños en edad escolar está matriculado (41% chicos, 32% chicas). La situación es mucho peor en la educación secundaria donde sólo el 4% de la población en edad escolar está matriculado (2.720 chicos y 907 chicas). Además el informe destaca que sólo hay 1 libro de texto para cada 3 estudiantes en primaria y 1 por cada 6 estudiantes en secundaria.
Confianza y experiencia
Una de las mayores fortalezas del Servicio Jesuita a Refugiados (JRS), nuestro socio local en la zona, es su larga trayectoria en el trabajo con la gente de Sur Sudán. Primero empezó trabajando con ellos durante su estancia como refugiados en Etiopía, Kenia y Uganda, después con los desplazados en el sur de Sudán desde 1997 (Nimule desde 1997 y Lobone desde 2001), y ahora de manera aún más intensa después de la firma del acuerdo de paz en 2005. Trabajando con los refugiados sudaneses en Uganda y Kenia, el JRS reconoció la necesidad de preparar a las personas para la posibilidad de paz y la reconstrucción en Sur Sudán, y comenzó a capacitar a una gran cantidad de maestros. Actualmente, los mayores proyectos del JRS en la región se encuentran en Sur Sudán con alrededor de 51.000 personas beneficiadas por los proyectos de educación, construcción de la paz y servicio pastoral en los distintas lugares donde el JRS también trabaja, además de en Lobone, Nimule, Yei y Kajo Keji. En Entreculturas estamos apoyando desde un intenso compromiso la reconstrucción en sur Sudán, a través de la redinamización del sistema educativo y la promoción y consolidación de la paz. Para ello, firmamos un convenio de colaboración con la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) durante cuatro años, con un presupuesto de 3 millones y medio de euros (2008-2012). Estamos un poco más allá del ecuador del convenio, y queremos explicar hasta dónde hemos llegado hasta ahora.
La paz es fundamental para poder volver al colegio
Tanto en Nimule como en Lobone conviven gentes de distintas etnias, retornados (refugiados que acaban de volver a sus lugares de origen después de haber vivido aproximadamente 20 años fuera de su país), desplazados internos (los sur sudaneses principalmente de las regiones de Bahr El Ghazal y Bor que llegaron a Nimule y Lobone en búsqueda de protección) y población local que nunca dejó estas zonas durante la guerra.
Actualmente existen varios elementos que pueden dar, y están dando, lugar a conflictos. El acceso a los recursos naturales, en especial la tierra y al agua, es uno de ellos; la incomprensión de tradiciones y rituales étnicos por parte de otros grupos étnicos; el impago por parte del gobierno de la pensión de los “war heroes” (veteranos de la guerra civil que debido a sus heridas no pueden trabajar y el gobierno les paga una pensión cada mes), ha provocado huelgas y bloqueos de las principales vías de comunicación en Nimule y un sentimiento general de inseguridad; también la celebración de las primeras elecciones en 24 años en Sudán (abril 2010) y la celebración y la campaña electoral el año que viene (enero 2011) de un referéndum que determina si el sur de Sudán se declara un país independiente y se separa del norte.
El haber vivido situaciones extremas como la guerra o en campos de refugiados ha influido en los comportamientos de la gente y en sus capacidades de adoptar métodos pacíficos para la resolución de conflictos o simples confrontaciones. Durante mucho tiempo el único lenguaje que han conocido ha sido el de la violencia.
Para ello los miembros de las comunidades de las zonas de Nimule y Lobone han recibido formación sobre el Comprehensive Peace Agreement (es decir, los Acuerdos de Paz), prevención de crisis y transformación de conflictos, y la importancia de la educación de paz en las escuelas.
A través de este proyecto, cientos de miembros de la comunidad, líderes y maestros han recibido formación sobre el proceso de votación, incluyendo cómo apuntarse para votar, y a que el número de adultos registrados en el censo electoral es muy alto, incluso entre los más mayores. Esta formación ha incluido sensibilización y formación de los votantes para las elecciones que tuvieron lugar en abril de este año, ya que eran las primeras elecciones multipartidistas a nivel nacional de los últimos 24 años. Esta es la primera vez que han tenido la oportunidad de votar en toda su vida, por lo que consideran de mucha importancia tanto la oportunidad de votar y como el proceso en sí.
Además de esto, el JRS y los líderes en temas de paz han continuado apoyando y fomentando la creación de los “clubes de paz” en las escuelas de secundaria y en la comunidad. Durante este periodo se han creado un total de tres “clubs de paz” en Nimule, Mugali y Pageri. Estos clubs ayudan a fomentar la participación y la sensibilización de la comunidad en la promoción de la paz.
En el contexto del próximo referéndum sobre la independencia de Sur Sudán del mes de enero del 2011 hay que abordar los pasos a seguir para acabar con la violencia entre tribus y etnias. "Tener hijos de diferentes estados de una escuela puede ayudar a reducir el tribalismo, los prejuicios y la discriminación", decía un funcionario de educación en un taller organizado recientemente por la Educación, la Reconstrucción y el Foro para el Desarrollo. "Si, en la escuela, los niños juegan, comen, duermen, bailan y estudian juntos lo más probable es que se hagan amigos a través de la identidad de las tribus”, añade.
La importancia del profesorado
En un contexto de postguerra, los profesores tienen una gran responsabilidad en la promoción de una cultura de paz y reconciliación. El profesor en la escuela no es sólo la persona que enseña a escribir, leer, contar, respetar las normas y promover valores. Los profesores y profesoras son los que pueden proporcionar una educación de calidad. El respeto por parte de los alumnos favorece el aprendizaje de habilidades, respeto mutuo y tolerancia, y el aprendizaje del valor de los derechos humanos y la solidaridad. A la vez los profesores pueden convertirse en modelos a seguir. Ésta es la motivación que nos empuja desde Entreculturas a apoyar de manera constante la formación y las condiciones de vida de los maestros.
El porcentaje de maestros con formación en Sur Sudán es muy baja, y este es sin duda uno de los pilares problemáticos relacionados con la educación formal. La situación más grave se presenta en Lobone, donde ningún docente de nivel de infantil o primaria, y ningún director ha recibido formación oficial. En Nimule, la situación es algo mejor, si bien sólo un 32% de profesores de primaria tiene formación pedagógica oficial. En este sentido, un profesor sin buena formación, que pasa hambre y a quién no se le paga el sueldo difícilmente se convertirá en un referente para los chicos y chicas que acudan a la escuela. Por eso hay que respaldar en todo lo necesario a los profesores y profesoras con el fin de ofrecer una formación de calidad. Con apoyo, los profesores se van a convertir en agentes constructores de paz.
"Como seres humanos adquirimos las virtudes a través del aprendizaje. Los maestros bien capacitados, inspiradores y respetados son vitales para promover la paz en el sur de Sudán", dice Francis Biryaho, Oficial de Educación para el sur de Sudán del JRS. "Por otra parte, si los profesores carecen de los recursos para llevar a cabo adecuadamente su trabajo, los conflictos en las comunidades es probable que continúe", añade.
Eduación primaria y secundaria
En ambos Payams el principal problema educativo es la inexistencia o el mal estado de infraestructuras escolares. Todas las escuelas infantiles en Lobone son estructuras temporales y solo existen 3 escuelas de primaria con estructuras permanentes (todas construida por el JRS). En Nimule la mayoría de las escuelas de primaria son de bambú y barro, aunque a través del Convenio se ha construido una escuela permanente en Iriya, Pageri Payam (Nimule) en 2009 y el JRS ha construido 2 escuelas más con la participación de las comunidades. Otro dato importante es que según el informe “Education Statistics for Southern Sudan 2009” la mitad de las escuelas primarias en Sur Sudán no tienen acceso al agua ni servicios sanitarios básicos (letrinas). En las escuelas de secundaria, este problema no es tan agudo, pues la gran mayoría tienen estructuras permanentes, pero algunas están incompletas y hay carencia de mobiliario escolar y necesidad de aulas específicas en todas.
A través de este convenio, desde Entreculturas seguimos trabajando para que las escuelas se conviertan en semilla y, a la vez, en frutos de paz.