
Han vivido la dura experiencia de recibir un trasplante de riñón y saben que les espera toda una vida por delante marcada por su enfermedad. Son 26 niños que están pasando las vacaciones compartiendo sus vivencias, enseñando y sirviendo de apoyo a otros 12 chicos que algún día tendrán que vivir esa experiencia de ser trasplantados.