
LISA Pathfinder pondrá a prueba las tecnologías necesarias para detectar las ondas gravitatorias de baja frecuencia en el espacio, tratando de mantener dos masas en unas condiciones casi perfectas de caída libre. Para ello, el satélite tendrá que monitorizar y adaptarse a sus desplazamientos utilizando sensores inerciales, un conjunto de micro-motores y unos avanzados sistemas de metrología láser y de control de la caída libre.