
La evolución del Universo es, ni más ni menos, uno de los objetivos de ASTRO-H, el observatorio espacial de altas energías que JAXA, la agencia espacial japonesa, pone en órbita, con la colaboración de la ESA, NASA y otras instituciones, y la participación de científicos de ESAC. El satélite verá el cielo en rayos X y en rayos gamma blandos, lo que le permitirá estudiar algunos de los entornos más energéticos del Universo.