
Se ha podido observar al cometa de Rosetta cambiando de color y brillo ante los ojos de la sonda de la ESA a medida que el calor del Sol elimina la superficie vieja para abrir paso a un material más fresco.
Se ha podido observar al cometa de Rosetta cambiando de color y brillo ante los ojos de la sonda de la ESA a medida que el calor del Sol elimina la superficie vieja para abrir paso a un material más fresco.