
Hay imágenes de tal belleza que no nos cansamos de admirarlas. Y la Nebulosa de la Burbuja es una de ellas. En 1787, cuando el gran astrónomo William Herschel la descubrió, el visor de su telescopio mostraba poco más que una mancha borrosa en blanco y negro. Hoy, gracias al telescopio espacial Hubble de la NASA/ESA, podemos apreciar todo su maravilloso cromatismo.