
Gracias a las observaciones del satélite Venus Express de la ESA, los científicos han demostrado por primera vez cómo los patrones meteorológicos vistos en las gruesas capas de nubes de Venus están directamente relacionados con la topografía de la superficie que cubren. En lugar de impedirnos la observación, las nubes de Venus podrían ofrecernos información de lo que hay debajo.