
Cada fenómeno era visto y no visto. No obstante, gracias a la frecuencia con que Rosetta capturó las imágenes del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko durante su periodo de máxima actividad en agosto de 2015, los científicos en busca de emisiones breves y potentes vieron cumplidos sus deseos: nada menos de 34 emisiones durante los tres meses de mayor acercamiento al Sol que culminaron hace casi dos años, el 13 de agosto de 2015.