
Gaia, el satélite astrométrico de la ESA, está detectando y midiendo las propiedades de millones de estrellas para elaborar el mapa tridimensional más preciso de la Vía Láctea. Al conocer con exactitud el movimiento de cada estrella, los astrónomos podrán remontarse al pasado para comprender la historia de la Vía Láctea, su evolución y su futuro.