
Una de las ‘piscinas’ más profundas de Europa lleva tres años sirviendo de ayuda en los preparativos para el regreso de los humanos a la Luna. La instalación de flotabilidad neutra (NBF) de la ESA ha sido el escenario del estudio ‘Moondive’, en el que se han empleado trajes espaciales compensados específicamente para simular la gravedad lunar, que es tan solo una sexta parte de la de la Tierra.