
Las apariencias engañan. Esta atmósfera, densa y llena de nubes, provoca lluvias ácidas y por debajo no hay océanos, sino una superficie yerma y ardiente, arrasada por la lava. ¡Bienvenidos a Venus!

Las apariencias engañan. Esta atmósfera, densa y llena de nubes, provoca lluvias ácidas y por debajo no hay océanos, sino una superficie yerma y ardiente, arrasada por la lava. ¡Bienvenidos a Venus!
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