Este documento ha surgido como una iniciativa de abordaje multidisciplinar de un grupo de profesionales de la Sociedad Española de Nefrología (SEN), la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), la Sociedad Española de Enfermería Nefrológica (SEDEN) y de la Academia Española de Nutrición y Dietética basándose en las recomendaciones nacionales e internacionales en el área de la nutrición y procesos inflamatorios agudos, aplicándolo al paciente con Enfermedad Renal Crónica (ERC), diálisis y trasplante. Podrá modificarse en función de los nuevos conocimientos específicos en la infección por SARSCoV-2. Confiamos en que pueda aportar a los profesionales sanitarios, sobre todo a los no especialistas en nutrición, unas recomendaciones útiles en el manejo integral de los pacientes con ERC afectados por la Pandemia.
INTRODUCCIÓN
La irrupción de la pandemia por infección SARS-CoV-2 plantea enormes desafíos para la salud de nuestros pacientes y para la organización de la atención sanitaria. Es previsible que el virus no desaparezca por completo y pueda resurgir cuando las condiciones ambientales y sociales lo favorezcan, por lo que debemos estar preparados para el manejo integral de la enfermedad.
El espectro clínico de la infección varía desde una forma asintomática, que cursa como una enfermedad leve con signos y síntomas inespecíficos de afectación respiratoria aguda, hasta una neumonía grave con insuficiencia respiratoria y shock séptico. Actualmente está por dilucidar la prevalencia real de la enfermedad y la verdadera tasa de mortalidad relativa. Se estima que alrededor de un 30% de pacientes con infección por SARS-CoV-2 pueden desarrollar fracaso renal agudo (FRA) en diferente grado (1,2,3), lo cual constituye un factor de riesgo independiente para la mortalidad hospitalaria.
Los pacientes en hemodiálisis en hospital, por frecuentar el medio hospitalario, presentan un grado de exposición mayor que el resto de pacientes en diálisis con técnica domiciliaria.
Las medidas terapéuticas en la infección por SARS-CoV-2 han sido principalmente medidas de soporte, y hasta la fecha no se ha demostrado científicamente que ninguna terapia específica reduzca efectivamente la mortalidad. Las tasas de supervivencia recientes entre los pacientes estadounidenses con insuficiencia respiratoria debido a SARSCoV-2 parecen mejores que las de los informes iniciales, posiblemente porque se presta mayor atención a los aspectos básicos de soporte, en las distintas fases de afectación del paciente.
<blockquote>La peor evolución de la infección por SARS-CoV-2 en pacientes ancianos y con comorbilidades se debe en parte a la habitual presencia de desnutrición y sarcopenia, independientemente del índice de masa corporal (IMC). Esta situación se intensifica en la ERC, ya que la prevalencia de deterioro del estado nutricional es muy elevada en estos pacientes.
Posteriormente, el proceso inflamatorio va a agravar la desnutrición. Por todo ello, dentro del cuidado integral del paciente con ERC e infección por SARS-CoV-2, el diagnóstico de desnutrición y la implantación de forma precoz de pautas de intervención nutricional, debe integrarse en la estrategia terapéutica global con el objetivo de reducir las complicaciones de la enfermedad y facilitar la recuperación del paciente.
Este documento ha surgido como una iniciativa de abordaje multidisciplinar de un grupo de profesionales de la Sociedad Española de Nefrología (SEN), la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), la Sociedad Española de Enfermería Nefrológica (SEDEN) y de la Academia Española de Nutrición y Dietética basándose en las recomendaciones nacionales e internacionales en el área de la nutrición y procesos inflamatorios agudos, aplicándolo al paciente con Enfermedad Renal Crónica (ERC), diálisis y trasplante.