El control de las proteínas juega un papel fundamental en la ERCA. Así pues, debemos vigilar tanto la cantidad como la calidad de las proteínas que ingerimos de manera que podamos tener una dieta variada, baja en proteínas, sin producir déficit de las mismas.
Los alimentos proteicos pueden ser tanto de origen animal (carnes, pescados, huevos, lácteos, embutidos, fiambres…) como de origen vegetal (legumbres, algunos cereales…). Este proceso de disminución de la ingesta proteica conlleva de tiempo y práctica, pero sin duda, es imprescindible como tratamiento nutricional llevarlo a cabo.
Algunos trucos para poder conseguir esta modificación de la ingesta proteica pueden ser:
- Limita la cantidad de alimentos procedentes de animales
- Reduce las veces que comes alimentos proteicos
- Evitar repetir en comida y cena el mismo alimento proteico
- Controla la cantidad de alimentos proteicos en bocadillos, sándwiches…
- Intenta comer al menos 2 veces pescado a la semana
- Escoge fuentes proteicas vegetales en tus comidas y cenas
Un ejemplo sencillo de distribución proteica puede ser:
- Lunes
Comida: Pollo
Cena: Huevo - Martes
Comida: Pavo
Cena: Queso fresco - Miércoles
Comida: Pescado Blanco
Cena: Huevo - Jueves
Comida: Legumbres
Cena: Pollo - Viernes
Comida: Huevo
Cena: Pescado azul
Fuente: http://pacienterenal.general-valencia.san.gva.es
Christian Mañas
Nutricionista nefrología CHGUV
Dr. Sergio Bea Granell
Nefrólogo CHGUV