Allá por el siglo XIX Camila O’ Gorman, hija de una familia adinerada de Buenos Aires, huyó de su casa junto al hombre que deseaba, un tal Udislao Gutierrez. Luego de largas noches viajando a caballo llegaron al pueblo de Goya, en Corrientes. Allí cambiaron su historia, sus nombres. Camila se transformó en Valentina y Udislao pasó a llamarse Máximo. Juntos crearon la primera escuela del pueblo y enseñaban a todos los niños de Goya.

Adolfo O’ Gorman, padre de Camila, ya había planeado el matrimonio de su hija y no perdonó su traición. Al ser un hombre cercano al gobierno ordenó su búsqueda y captura.

Udislao Gutierrez era un sacerdote jesuita y fue durante algunos años el párroco de la familia O’ Gorman. La iglesia también ordenó su búsqueda y fue precisamente el sacerdote irlandés Michael Gannon – viejo conocido de Buenos Aires – quien al verlo en una fiesta en Goya lo denunció.

Camila negó el rumor de haber sido secuestrada y se declaró ideóloga de la huida, por lo que ambos fueron apresados. Primero estuvieron en la cárcel de Corrientes y luego fueron trasladados a Buenos Aires para tener un juicio que jamás sucedió.

Las cartas añejas y algunos libros de historia dirán que Camila fue fusilada por traidora. Lo cierto es que hubo una tarde de 1848 que en Argentina fue condenado el verbo amar.


___
Por: Mateo Vaiej. | Categoría General.
 
#EfectoMariposa2020 #ConcursoCONGDCAR2020 #MujereIgualdad
 
Ver todos los relatos participantes de la V edición Concurso Literario Efecto Mariposa "Mujer e Igualdad".    
 
Vota por tu relato literario favorito.