A medida que la crisis sanitaria provocada por la pandemia del COVID-19 obligaba a casi el 90% de los niños y niñas del mundo a dejar la escuela, los maestros eran llamados ahora más que nunca para reinventar la forma en que tiene lugar el aprendizaje. Los educadores deben asegurarse de que el aprendizaje de calidad llegue a los niños y niñas de manera inclusiva y significativa, abordando no solo las áreas curriculares sino también el estrés emocional y mental que sufren los niños en estos días inciertos.