
Puede que hayan oído hablar en alguna ocasión de los llamados troyanos, dos gigantescos cúmulos de asteroides que preceden y escoltan a Júpiter en su órbita alrededor del Sol.
Sin embargo, el rey de los planetas no es el único que cuenta con este tipo de asteroides. La física que subyace tras la formación de estos inconfundibles grupos de antiquísimas rocas es la misma para todos los planetas, incluida la Tierra.
A pesar de que se lleva teorizando sobre la existencia de los troyanos terrestres desde hace muchos años, la primera observación directa de uno de estos asteroides tuvo lugar hace apenas una década. Desde entonces no se había descubierto ningún otro troyano de la Tierra... hasta ahora.