La revista El Siglo, en el seu número d’aquesta setmana, em publica l’article que trobareu transcrit a continuació.
Avance insuficiente
EL SIGLO, 8.07.13
Los pasados 27 y 28 de junio se celebraba en Bruselas el Consejo Europeo que cierra el primer semestre del año. Un Consejo, que, como anunciaba su propia página web, tenía como objetivo la “evaluación de los esfuerzos desarrollados para impulsar la competitividad, el empleo y el crecimiento, haciendo especial hincapié en aquellas iniciativas encaminadas a fomentar el empleo juvenil y la financiación de la economía”, así como realizar “avances en la realización de la Unión Económica y Monetaria de la UE, en particular la Unión Bancaria”.
Se trataba, así, de un Consejo de suma importancia para el futuro desarrollo de las políticas europeas, de la propia Unión, y vital para España, al tocar algunos de los temas más sensibles para nuestra crisis económica. Un Consejo para ejecutar un verdadero cambio de rumbo en las prioridades y en las políticas llevadas a cabo desde Bruselas.
En este contexto, conocida fue la posición del Partido Socialista de llegar a un acuerdo con el Gobierno del Estado, y el mayor número de fuerzas políticas, para consensuar una posición común en defensa de los intereses de España, principalmente el empleo juvenil y la financiación de las pymes, así como el progreso en la agenda social, que ha de acompañar la agenda económica de la Unión.
Como decía Alfredo Pérez Rubalcaba en la sesión del Congreso de la semana pasada, este Consejo debía “certificar el cambio en la política económica europea, eso era lo que necesitaba España y eso fue lo que nos llevó a trabajar con el resto de los grupos de esta Cámara”.
Ante la enormidad de la crisis que nos acompaña desde hace ya cinco años, y a la vista del fracaso de las políticas de austeridad sin estímulos, planificadas y llevadas a cabo por el Banco Central Europeo y la Comisión, siguiendo los dictados alemanes, se hacía necesario visualizar el urgente giro que países como Estados Unidos o Japón ya están haciendo. Decía también Rubalcaba que “los socialistas no estamos contra la corrección de los desequilibrios macroeconómicos ni contra las reformas estructurales, por mucho que algunas de las que ustedes han planteado no nos gustan lo más mínimo. Lo que hemos dicho reiteradamente es que estos ajustes y estas reformas hay que acompasarlos con políticas de crecimiento y empleo…”.
El resultado del Consejo es conocido: se avanza pero no lo necesario. Un paso adelante, pero no un salto adelante. En materia de políticas de lucha contra el paro juvenil, se ha aprobado un paquete de 6.000 millones de euros, para los próximos dos años, de los cuales 2.000 serán destinados a España. No es lo necesario (las recomendaciones de la OIT hablan de 21.000 millones para toda la UE), pero supone un primer y tímido cambio de rumbo. Es necesario, ahora, reclamar a los gobiernos de España y Catalunya que trabajen para consensuar las políticas efectivas que han de incidir en que el paro juvenil deje de ser uno de nuestros dramas, con porcentajes superiores a la mitad de la población joven en edad activa.
Avance insuficiente en empleo juvenil y mismo trato para otro de los pilares de la recuperación económica: el crédito a las pymes (particularmente necesario en el caso de Cataluña, con una estructura industrial y comercial que hace de las pymes uno de nuestros ejes económicos).
Fue insuficiente, porque claramente los avances van más o menos rápido en función de si lo que se trata son políticas de crecimiento o políticas relacionadas con la Unión Bancaria. Se sigue pensando antes en los mercados que en las personas.
Avance insuficiente que pone en evidencia la necesidad de que una nueva mayoría política se ponga al frente de la Unión, tanto en el Parlamento Europeo, como en los gobiernos de los países miembros. Sólo de esta manera se podría llevar a cabo el gran salto adelante que Europa y los europeos necesitan.
Brevemente, y recogiendo las resoluciones de los socialistas europeos aprobadas en su reunión en Sofía en la que participé días antes del Consejo, debemos exigir el rápido desarrollo y con más potencia de la “Garantía Juvenil Europea”, para impulsar el empleo y las posibilidades de los jóvenes, y la necesidad de “una política industrial europea por el crecimiento y la ocupación”.
Pese a la posición común española, los resultados del Consejo dejan mucho camino por recorrer, y hace aún más necesario que ante las próximas elecciones europeas del 2014, a las que los socialistas europeos nos presentaremos con un candidato común a presidir la Comisión Europea, se produzca un vuelco en las mayorías que gobiernan la Unión.
