Audre Geraldine Lorde, la activista y escritora que se definía a sí propia como poeta y feminista guerrillera, negra y lesbiana, hizo una brillante pedagogía del empoderamiento. Tanto, que aunque no se sepa de dónde procede, es ya habitual escuchar entre las izquierdas, cada vez con más frecuencia, que en este mundo tan cercano a la barbarie al que es preciso dar respuesta y someter a un giro radical, “las herramientas del amo nunca desmantelan la casa del amo”. O, de manera más simple, que sólo se puede conquistar el sistema cambiando el sistema. Y para ello es imprescindible también cambiar métodos.
Menciono sólo dos temas en los que me parece urgente la revisión de “herramientas”: el internacionalismo, vivido desde una solidaridad que no admite fronteras y que sería especialmente útil para contrarrestar nacionalismos e independentismos de escaso vuelo, y el enfrentamiento -que se deforma con interesada intensidad- entre el activismo social y la militancia en organizaciones políticas. Cuando yo empecé en eso de la política (y disculpen la referencia personal) todos los “activistas” imprescindibles en la lucha anti-franquista militaban en partidos. Ahora ya sé que es distinto, pero no por ello mejor. Ni para unos, ni para otros. Porque cuando se tiene el privilegio de conocer a auténticos rebeldes con causa y partido se entiende hasta qué punto la escisión (tantas veces razonada) entre “activistas” y “políticos”, herrumbra las herramientas que deben desmontar este sistema-estafa.
Porque la Política se construye también en base a programas, compromisos y debates que aportan experiencias cuanto más amplias, más enriquecedoras. En este sentido, explicaba Toni Barbarà, que la PLATAFORMA PROGRAMÁTICA del Partido de la Izquierda Europea para las elecciones europeas fue elaborada a lo largo de seis meses recogiendo, debatiendo e incorporando las propuestas aportadas por los distintos Grupos de trabajo del propio PIE, así como de sus redes, ya de mujeres, ya de sindicalistas, más conclusiones y propuestas acordadas por diversos movimientos sociales y plataformas cívicas. Todo lo cual permite apuntar a una campaña electoral europea apasionante y radicalmente alternativa, para Re-fundar y Re-pensar otra Europa: Una Europa profundamente democrática, solidaria y al servicio de sus pueblos, y que nada tiene que ver con la UE de los tratados neoliberales vigentes que agrede a la ciudadanía a golpes brutales de austeridad.Toni Barbarà, Coordinador de la Plataforma del PIE (pero también incansable activista, un luchador destacado y veterano por la salud) deja meridianamente claro, negro sobre blanco para que nadie se confunda ni se confunda a nadie, cuales son los análisis, los objetivos y los compromisos. Y la prioridad por la paz y la solidaridad, el NO a la OTAN, el NO a la deuda ilegítima y/o impagable, la apuesta por modelos deseables de desarrollo con la defensa a ultranza de los servicios públicos. Así se expresa desde el PIE el rechazo frontal a los tratados europeos y toda su trama, y el combate al neoliberalismo que masacra a las personas e impone su dictadura a la sociedad. Se trata en definitiva, en opinión de Barbarà, de un instrumento precioso y colectivo que recoge “principios y finales”, valores y fundamentos para definir propuestas y acciones concretas, que no “sujeta” a nadie y “desata”a tod@s y que aporta elaboración europea global pero anima, al mismo tiempo, a lecturas nacionales para cada situación local. Con toda la voluntad, determinación y osadía, asegura Barbarà, para generar esperanza y propuesta. Para permitir visualizar que no cabe la resignación, ni el miedo ni la autoinculpación de las gentes sencillas y trabajadoras. Que hay un camino a la izquierda, que es posible y que este es el momento.
