Breves ráfagas de ondas de radio dirigidas a los nervios que rodean los riñones disminuyen la presión arterial durante al menos seis meses y hasta un año en los pacientes con hipertensión persistente a pesar de tomar múltiples medicamentos para controlarla, según un nuevo estudio publicado en la revista 'Circulation', de la Asociación Americana del Corazón.












