La generosidad de los españoles es abrumadora. Es lo que se desprende de que España ostente, desde hace 28 años consecutivos, el liderazgo mundial en donación de órganos. De hecho, nuestro país alcanzó en 2019 un máximo histórico en trasplante renal y pulmonar, así como en número de donantes, cuya tasa se situó en los 48,9 donantes por millón de población con un total de 2.301 donantes.
Lo que quizás no sepas es todo lo que implica un trasplante. No es abrir, sacar el órgano, meterlo en otro cuerpo, cerrar y ya está. Hay mucho, muchísimo antes y después y es un terreno apasionante. Uno de los casos más sonados en nuestro país lo protagonizaron dos personas que comparten apellido: Oppenheimer. Y lo comparten porque son padre e hijo, que además, también comparten apellido. El padre donó al hijo y esta es su historia.
«Tensiona a los médicos que la persona a la que operas es tu hijo»
Ambos han estado en Fin de Semana con Cristina. Federico Padre reconoce que “ha sido muy complicado mantener los programas de trasplantes durante la época covid. Ha habido una caída importante y vamos a ver qué pasa en la segunda oleada, pero realmente estamos preocupados. Hay que analizar el coste-beneficio de seguir adelante con los trasplantes o posponerlos, pero desde luego se hacen con todas las garantías”.
Haciendo memoria, Federico recuerda que, “en el momento en que se produjo el diagnóstico de mi hijo, estuve dispuesto a donarle mi riñón. Fue mi equipo el que lo hizo. Yo di un paso al lado, hice de donante y no intervine en el proceso en ningún caso porque sí que es verdad que tensiona mucho al equipo que la persona a la que operas es un amigo y el otro es su hijo, pero los cirujanos están acostumbrados a esa tensión y la manejan muy bien”.
Federico: «Yo aprendí a valorar cómo están tratando a tu hijo tan enfermo»
“Yo aprendí a valorar cómo están tratando a tu hijo tan enfermo”, reconoce el doctor, que añade que aprendió a vivir esa experiencia “como paciente, aunque como donante no soy paciente sino usuario de un hospital”: “Veía cómo mi hijo se comportaba como paciente y todos estaban encantados con él. Humanamente te aporta mucho”.
Por su parte, Federico hijo reconoce que “llevar un riñón suyo nos unió mucho de golpe, nos acercó y ayudó a abrirnos. Nos hemos ido conociendo a partir de esto. De alguna manera sientes que hay algo más aparte de la relación padre-hijo”. ¿Cómo empezó todo? “Me empecé a encontrar muy mal, algo muy distinto a lo que te pasa cuando estás mal. Lo hablaba con mi padre, y algo dentro de mí me decía que algo no iba bien”, recuerda él, que añade que “en el hospital me hicieron todas las pruebas y vimos que el problema venía del riñón, no se podía salvar. Con su cara lo supe. Que él fuera profesional de la materia me tranquilizó mucho”.
Padre e hijo luego dieron largos paseos por el Born, barrio catalán, algo que les unió aún más.
El doctor Federico Oppenheimer salvó a su vástago gracias a trasplante y cuenta en Fin de Semana con Cristina cómo fue el milagro
Fuente: Cope.es