El Programa Nacional de Donación y Trasplante no es una isla dentro del sistema sanitario. De hecho, su buen funcionamiento se debe, en gran medida, al excelente funcionamiento del Sistema Nacional de Salud en España. Por eso, la crisis sanitaria le ha afectado de manera significativa, como a otros ámbitos de la sanidad.
La actividad no se ha detenido, pero sí se ha reducido, especialmente en las primeras semanas tras la declaración del primer Estado de Alarma en el mes de marzo. Son dos
las principales causas que explican este descenso, fuertemente relacionadas entre sí:
1) La saturación de los hospitales y las unidades de cuidados intensivos (UCI) por la afluencia de pacientes con COVID-19.
2) La necesidad de minimizar el riesgo de infección de los pacientes trasplantados por el nuevo coronavirus. Sabemos que la COVID-19 se desarrolla con más frecuencia y probablemente presente un curso más agresivo en los pacientes trasplantados que en la población general. En ausencia de espacios libres de COVID-19 durante las primeras semanas de la epidemia y en una situación de transmisión comunitaria sostenida, era prioritario garantizar su seguridad.
Por ello, durante los momentos más críticos de la pandemia se priorizó el trasplante de pacientes en situación de urgencia y extrema gravedad clínica, así como el de pacientes difíciles de trasplantar por sus características inmunológicas o antropométricas. Este último es el caso de los niños y los pacientes hiperinmunizados incluidos en el Plan nacional de Acceso al Trasplante renal para pacientes HiperInmunizados (PATHI).
Conforme ha ido evolucionando la crisis sanitaria, el Programa Nacional de Donación y Trasplante se ha ido recuperando, realizándose con “relativa normalidad” todos los procesos de donación y trasplante. De este modo, en los últimos meses la actividad se ha aproximado a la alcanzada en los correspondientes meses del año 2019. Podemos considerar que nuestro sistema ha aprendido a coexistir con esta situación pandémica.
Existen unas pautas de actuación para que los centros gestionen el Programa en función de una situación epidemiológica que es heterogénea y dinámica. En el siguiente enlace, pueden encontrar información actualizada sobre la evolución de la donación y el trasplante de órganos y progenitores hematopoyéticos en nuestro país durante este año:
http://www.ont.es/infesp/Paginas/Impacto_tx.aspx
La crisis sanitaria también ha obligado al Programa Nacional de Donación y Trasplante a adaptar sus protocolos de actuación, adoptando medidas de seguridad para proteger a los pacientes en lista de espera y trasplantados, los donantes vivos y el personal sanitario que participa en estas actividades. Las recomendaciones generadas por la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), las Coordinaciones Autonómicas de Trasplante y el Grupo de Estudio de Infección en el Trasplante y el Huésped Inmunocomprometido (GESITRA-IC) de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) están disponibles en el siguiente enlace:
http://www.ont.es/infesp/Paginas/Recomen_prof.aspx
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