Luis Yuste: «Expresar en vida la voluntad de donar órganos ahorra a las familias el tener que decidir»
¿Qué testigo recoge de su antecesora en el cargo, Marisol Martínez?
Un magnífico legado. No puedo decir que todo el trabajo esté hecho, pero Marisol y su equipo han conseguido a lo largo de siete años una estructura muy eficaz que únicamente precisa de algunos retoques. Todo el mundo sabe que los coordinadores de trasplantes están en la UCI y que pueden contar con nosotros siempre. Y eso es fruto de muchos años de trabajo.
Sin donantes no hay trasplantes. ¿Está suficientemente concienciada la sociedad ciudadrealeña?
Está mejorando. Yo llegué a Ciudad Real para trabajar en la UCI del Infanta Cristina de Badajoz, donde como residente ya estaba interesado por el proceso de la donación. En los primeros años encontraba muchos más tabúes y reticencias, que han ido disminuyendo considerablemente en los últimos seis años. Cuando haces una entrevista familiar, te das cuenta de que la gente está más concienciada con la donación. Ya no le suena a algo extraño. De hecho, en algunos casos son las propias familias las que, en una situación tan difícil como es la muerte de un ser querido, preguntan si pueden donar.
¿Cuántas donaciones multiorgánicas ha registrado el HGUCR en lo que va de año? ¿Es una buena cifra? ¿Cuántos pacientes se han beneficiado de ellas?
La pasada semana registramos la sexta donación multiorgánica de este año. No es un mal dato para los siete primeros meses, pero siempre es mejorable. En el mismo periodo de tiempo de 2014 y 2013 fueron una y dos respectivamente. El récord histórico se produjo en 2012 y 2013 con nueve donaciones cada año. En total han sido 15 los pacientes a los que la decisión tomada por los familiares de los donantes les ha cambiado la vida y les ha permitido nuevamente disfrutar de algo que sólo echamos de menos cuando nos falta: la salud.
Se ha conseguido rebajar en Castilla-La Mancha el número de negativas. En concreto, del 54% de 2000 se ha conseguido llegar a un 18,3%, muy cerca de la media nacional situada en el 16%. ¿Es la entrevista familiar el eslabón más difícil de la cadena?
Son muchos los condicionantes para que un paciente sea válido como donante. Por eso, debemos considerarlo como un derecho que debemos ofrecer a los familiares de la persona que fallece. Enfermos siempre va a haber, aunque el perfil ha cambiado con la disminución de los accidentes de tráfico. Ahora son los infartos y las hemorragias cerebrales las principales etiologías que dan lugar a un potencial donante. En este sentido, quizá sea el paso más difícil. Que un paciente que llega a muerte encefálica se convierta en donante depende de la decisión de una familia que, en esos momentos, durísimos, no es muy consciente de lo que se le está pidiendo.
Decía Martínez que «soportar el silencio es lo más difícil de la situación». ¿Está de acuerdo?
Si se refiere a ese momento durante la entrevista familiar en el que lo mejor que uno puede hacer es guardar silencio, debo decir que sí. No está de moda, pero saber escuchar y ser capaz de hacer tuyas las emociones que afloran tras una noticia tan impactante es uno de los fundamentos para que llegue a buen puerto.
¿Sabría decirme la situación más difícil con la que se ha encontrado? ¿Y la más fácil?
La más fácil cuando me dijeron: te voy a ahorrar el mal trago, vamos a donar. La más difícil fue poner de acuerdo a cuatro hermanos con mucho carácter. Dos estaban a favor y dos en contra. No se pegaron de milagro entre ellos, pero al final se decantaron por el sí. Y la más bonita cuando escuché ‘quiero que mi padre viaje lo que no ha viajado en vida’.
¿Debería difundirse más entre la población el documento de voluntades anticipadas con el fin de dejar por escrito cuestiones como la de la donación?
El documento de últimas voluntades es importante, pero no sólo en lo referente a la donación, sino también en cuanto a las actitudes diagnósticas y terapéuticas que queremos para con nosotros mismos al final de la vida. Eso libera a las familias de tener que tomar decisiones que son muy difíciles en momentos tan complicados. Con este documento uno evita hacer que las personas que quiere tengan que decidir en situaciones críticas o ante enfermedades crónicas. Expresar lo que uno quiere en vida hace todo mucho más sencillo.
¿Y la tarjeta de donante es útil?
La tarjeta de donante no evita la entrevista familiar, pero lleva a casa la conversación. Poseerla es indicativo de que tenemos una voluntad. Expresarla en vida ahorra a las familias el tener que decidir si llega el momento. Actualmente, hay registradas 15.283 personas en Castilla-La Mancha, de las que el 26 por ciento residen en la provincia de Ciudad Real. Eso sin contar las tarjetas repartidas por las distintas asociaciones y por nosotros.
Con motivo del Día Mundial del Donante, avanzó que uno de los primeros pasos que dará es tejer una red de colaboración con el resto de servicios del hospital cuyos pacientes son potenciales donantes (Urgencias, Neurología y Neurocirugía). ¿Cómo se está articulando?
La idea se venía trabajando desde que Marisol ocupaba el puesto. Se trata de que seamos más activos en la búsqueda de los donantes. Es difícil revisar todos los ingresos que tienen lugar en un hospital como éste. Por eso, necesitamos de profesionales de otros servicios para conocer de antemano a aquellos pacientes susceptibles de donar que no llegan a la UCI. Queremos que se conviertan en nuestra avanzadilla para descubrirlos y hacerles partícipes de los éxitos en este proceso.
¿Qué otras mejoras se plantean para avanzar en este sentido?
El programa europeo Accord, liderado por la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), en cuya primera fase participó este hospital, ya establecía las pautas a seguir para aumentar las posibilidades de donación. Aparte de insistir en aquellos servicios generadores de donantes por las patologías que suelen tratar como puede ser Neurología, Neurocirugía, Anestesia y Urgencias, es importante contar con otros como Admisión o Radiología. Se pueden convertir en un magnífico filtro. La idea es promocionar la colaboración del intensivista con todos aquellos profesionales que están en contacto con el paciente crítico a través de sesiones conjuntas y bases de datos en común. La donación debe ser algo de todos.
¿Qué cualidades debe tener un coordinador de trasplantes? ¿Su teléfono puede sonar a cualquier hora?
Capacidad organizativa, tacto, paciencia, sentido común, profesionalidad y ganas de trabajar, además de empatía con los diferentes profesionales que forman parte del proceso de donación -hasta una docenas- y, sobre todo, con las familias, que hacen el más maravilloso de los regalos posibles en la peor de las situaciones. Y disponibilidad. Cuento con la médico de la UCI Carmen Espinosa, que hace un trabajo estupendo cuando yo no estoy. Esto funciona las 24 horas de los 365 días del año.
La colaboración de las asociaciones como Afanion y Alcer es clave. ¿Qué aportan en todo el proceso de donación y trasplantes?
El ser humano, sobre todo el que está débil, lucha mejor contra las adversidades en compañía. Tanto la información, como saber que uno no está solo, son fundamentales ante una enfermedad. Las experiencias que se comparten y la labor de difusión realizada sobre lo que significa donar no tienen precio. ¿Quién mejor para explicar como es la espera que el que estuvo o está esperando?
Fuente: La Tribuna de Ciudad Real