El Dr. Rafael Matesanz, director de la Organización Nacional de trasplantes (ONT) intervendrá en una Jornada sobre la trata de personas que se celebra, los días 12 y 13 de enero, en la sede de la Organización Médica Colegial (OMC) para hablar sobre el tráfico de órganos a nivel mundial. En esta entrevista, el Dr. Matesanz aboga por “potencia la donación en cada país” para luchar contra el tráfico de órganos y que no haya necesidad, así como la formación y concienciación de los profesionales médicos para que luchen contra esta lacra.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que entre un 5 y 10% de los trasplantes que se hacen en el mundo se hacen bajo alguna forma de comercialización.
Básicamente afecta a países de Asia, del norte de África, de la antigua Unión Soviética y de América Latina. En estos lugares es donde se producen los trasplantes y donde los ciudadanos venden sus órganos a países como Estados Unidos, Europa Occidental, Japón o Israel que tienen el poder adquisitivo para comprar.
-España, gracias a la ONT es líder mundial en la donación de órganos. ¿Conoce si existen casos de tráfico de órganos?
En España ha habido dos intentos de tráfico de órganos. Uno a cargo de un alcalde libanés en 2014, que intentó comprar un fragmento de hígado a un inmigrante. Otro de la mafia criminal serbia, asentada en Tarragona que intentó comprar un riñón. En ambos casos se pudo impedir gracias a la colaboración de todo el sistema de trasplantes y de los cuerpos policiales, que actuaron con una gran eficacia.
También ha habido otro intento en el llamado “turismo de trasplantes”, gente que acude a otro país a obtener un trasplante de forma ilegal, un grupo de búlgaros que vinieron a España e hicieron un fraude en la Seguridad Social que se frenó gracias a la intervención de guardia civil.
– ¿Qué herramientas se emplean desde la ONT para combatir esta lacra? ¿Y desde las instituciones públicas?
España tiene herramientas más que suficientes para combatir el tráfico de órganos. Tiene una legislación garantista con una serie de exposiciones que no existen en otros países y que realmente hace que esté bastante protegido. Asimismo en España todos los trasplantes de órganos se hacen bajo un sistema público, eso significa que el control que se hace de cada trasplante es total. La posibilidad que se dé aquí un trasplante ilegal es remota.
La colaboración entre la ONT y nuestros equipos quirúrgicos es clave para detectar cualquier intento de trasplantes ilegales y se aborte. Promovemos la tolerancia cero a estas prácticas. Sin medias tintas.
En España toda la coordinación de la ONT hace que en el momento que haya la más mínima sospecha por parte de la policía nos llaman y se puede desarrollar una acción rápida para evitar los casos.
La respuesta de las instituciones en España es muy eficaz y después de un año todos los implicados en tráfico de los casos que comenté ya estaban condenados. Algo que no pasa en América Latina donde el problema es muy difícil atajar.
– ¿Qué tratados y convenios europeos e internaciones existen para combatir el tráfico de órganos? ¿Está adherida España? ¿Existen protocolos nacionales?
España colabora de una manera muy activa en distintas iniciativas internacionales. La más activa es la “Declaración de Estambul” que se hizo hace 10 años que es una unión de profesionales de todo el mundo para luchar contra el tráfico de órganos a nivel mundial.
España es uno de los pocos países del mundo en el que si un español va al extranjero y compra un órgano y luego vuelve tiene responsabilidad penal. Está incluido en nuestro Código Penal.
En marzo de 2015 firmamos en Santiago de Compostela la Convención del Consejo de Europa contra el Tráfico de Órganos, por el que todos los países nos comprometimos a luchar de una manera real contra esta lacra.
España siempre ha sido determinante en eso, solo que los intereses políticos de muchos países dificultan controlar la situación.
– La ONT ha trabajado en la formación de los médicos en este ámbito. ¿Qué papel tienen los médicos para prevenir y detectar estos casos? ¿Qué formación precisan?
La jornada que organiza la OMC es relevante porque en toda la cadena que hace posible el tráfico de órganos el papel del profesional médico en el trasplante es fundamental. Primero porque si no hay posibilidad de involucrar a los médicos el tráfico de órganos no existiría.
Los equipos médicos y quirúrgicos son los que realizan los trasplantes y segundo porque la posibilidad de que ciudadanos vayan a un país compre un órgano y vuelvan son fácilmente detectable si hay una colaboración por parte de los médicos.
La formación de los profesionales es fundamental al igual que la concienciación. Uno de los motivos por los que existe el tráfico de órganos es porque hay muchos profesionales “entienden” al enfermo que se va a comprar un riñón. Es un tema que hay que plantear a los profesionales y concienciarles. La solución no es que las personas salgan a comprar un órgano, sino la solución es potenciar la donación en cada país y que no haya necesidad.
A los españoles no se les ocurre ir a comprar órganos porque tienen un sistema efectivo y suficiente de trasplantes. La solución es la autosuficiencia de los países en cuanto a mantener la donación de órganos. Esto es una responsabilidad también del Estado, algo conjunto con los profesionales. Por ello formarles es bueno.
– ¿En qué medida considera que es necesario la creación de una red interprofesional e internacional para controlar y registrar los casos de forma conectada?
El pasado mes de noviembre tuvimos en el Ministerio de Sanidad una reunión con más de 30 países, incluidos en el Consejo de Europa, donde pusimos de manifiesto este problema de que si hay gente que vende es porque realmente hay gente que compra, como ocurre con las drogas. Muchos de estos países que están en este organismo son países compradores, como Reino Unido o Alemania que como no pueden abastecer a todos sus ciudadanos salen a otros países de África o Asia a comprar.
Es muy importante que por parte de los profesionales y de las autoridades hay un consenso generalizado de que esto no puede ser y por una parte se potencie la donación de órganos como es el caso de España, y por otra parte impida este abuso de gente que tiene dinero.
Crear una red interprofesional es uno de los objetivos que propusimos en la reunión. El Consejo de Europa, que es quien está liderando esta acción, en el plano Europeo, aboga por que en cada país haya una persona y organismo clave para transmitir la información y se pueda contrastar, como en España la ONT centraliza toda esta información.
– Egipto ha desmantelado la mayor red de tráfico de órganos humanos, una telaraña en la que estaban implicados profesores de medicina de varias universidades públicas y doctores adscritos a varios institutos nacionales de investigación. ¿Qué medidas se pueden desarrollar para prevenir casos como éste?
Egipto es uno de los países prototipo del tráfico de órganos. Cuando un país tiene una acción clara contra el tráfico de órganos, todo el negocio se desplaza a otro país, en Estados fallidos donde el control es escaso. Egipto hace 10 años no tenía este problema, hace cinco años estalló al igual que Turquía con el turismo de trasplantes.
Es muy difícil desmantelar eso porque no son medidas médicas son medidas policiales. Aunque se hay desmantelado la red la semilla sigue estando ahí. Solo se puede, si se quiere, desmantelar desde un punto de vista político de forma activa. Hay que convencer a todos los países de que eso es una prioridad política, no pueden dejarlo ahí.
El acabar con el tráfico de órganos es un problema estrictamente político de cada país. El tráfico de órganos se acompaña de otros delitos siempre y se ceba de países que están en situación más débil. Pretender extirpar de una forma selectiva el tráfico en estos países es ilusorio.