La tasa de incidencia global del virus ha aumentado un 72% en la última semana.
Dolor de cabeza y garganta, tos, fiebre y malestar general. Los principales síntomas del virus de la gripe se extienden ya por casi la totalidad del territorio español. En la última semana, la tasa de incidencia global ha pasado de 120,9 casos por cada 100.000 habitantes a 208,3 casos, lo que supone un aumento del 72%, según datos del Sistema de Vigilancia de la Gripe. Solo Baleares, Canarias y Ceuta se mantienen por debajo de los niveles epidémicos.
De entre todas las regiones, Asturias es la más afectada. En comparación con la semana anterior, la comunidad es la única en la que la intensidad del virus ha pasado de media a muy alta y la tasa de incidencia supera con creces a la media nacional con 735,72 casos por cada 100.000 habitantes.
Como en Asturias —y a falta de los datos actualizados de Extremadura, Andalucía y Melilla debido a problemas técnicos— el índice de incidencia en el resto de comunidades también se sitúa por encima del umbral epidemiológico. En cuanto a la intensidad, Cantabria, Cataluña y Madrid registran, valores medios, lo que equivale a un nivel de actividad gripal normal. Hasta la pasada semana, las tres autonomías se encontraban clasificadas como intensidad baja.
En la actualidad, la definición de caso de gripe empleada en España es la propuesta por la Unión Europea y se basa en los siguientes criterios: aparición súbita de los síntomas, que la persona tenga, al menos, uno de los síntomas generales —fiebre, malestar general, cefalea y mialgia— y uno de los síntomas respiratorios —tos, dolor de garganta y disnea— y la ausencia de otra sospecha diagnóstica.
Grupos de riesgo
Desde que comenzó la temporada de gripe, 48 personas han fallecido en diez comunidades autónomas, de las que 28 estaban infectadas por el virus B, el más común. Esta mortalidad, según el último informe del Sistema de Vigilancia de la Gripe, “no sobrepasa la mortalidad observada para este periodo”. La mayoría de los fallecidos hasta la fecha han sido hombres (58%) y, por grupos de edad, el 73% era mayores de 65 años.
Precisamente, las personas de esa franja de edad constituyen uno de los grupos de riesgo para los que se recomienda la vacunación contra el virus. Además, el Ministerio de Salud aconseja la administración de la vacuna, principalmente, a adultos y niños con enfermedades crónicas, mujeres embarazadas y personal sanitario. De los 39 fallecidos que pertenecían a alguno de los grupos de riesgo, el 67% no había sido vacunado.