En ésta época es obligatorio hablar de reinicios y de “vuelta al cole”. Una de las cosas que nos ha dejado claro la pandemia es que ahora los reinicios son de verdad, y que cada día es un nuevo día que en nada se parece al de ayer. Se acabó la rutina en nuestras vidas, y creo que, por bastantes años, se acabó el día de la marmota donde repetimos ciclo una y otra vez. O por lo menos esto es cierto en nuestro mundo exterior, si no acompasamos esa evolución a nuestro mundo interior os puedo asegurar que se pasará peor.
Hace tiempo tenía en la cabeza una obra de arte donde las letras fabricadas de la palabra “cáncer”, se transformarían gracias a un juego de bisagras en la palabra “renacer”. Como veis, Cáncer y Vida encaja como un guante en esta idea. Se la he sugerido a un socio y colaborador de Canvi artista para ver si la puede llevar a cabo. Renacer y Reinicio como apuesta diaria y filosofía de vida que nos abra a nuevas formas de concebir la vida a través de las crisis de salud, o bajo el disfraz que se ponga. Sólo esta forma de concebirnos puede acompañarnos en una época de enormes cambios como la que estamos viviendo.
Es más, permitidme otra vuelta de tuerca a esta forma de concebir la realidad. Renacer habla obviamente de volver a nacer, de volver a nacer a algo. Usar cada día para convertirnos en algo nuevo que al día siguiente hemos de cambiar acaba convirtiéndose en un proceso agotador. El renacimiento no se refiere a una forma nueva sino más bien a una conciencia nueva. Una conciencia que tampoco se convierta en algo rígido a lo que aferrarse, sino más bien una conciencia abierta y flexible hacia aquello que traiga la vida.
Decía Bruce Lee aquel famoso: “Be water my friend”, que traducido sería “conviértete en agua, tío”. Agua porque puede adaptarse a cualquier recipiente y seguir siendo ella misma. El Tao también habla de fluir con la situación y aun así hacer, o que se haga, aquello que debe hacerse: “El sabio no hace nada y no deja nada por hacer”. Aquí decimos si la vida te da limones, hazte una limonada, que es más de andar por casa, pero igual de efectivo.
Permitámonos ser “nada”, Renacer a una nada donde sólo la completa aceptación del momento presente, paradójicamente nos da poder sobre nuestra Realidad. Me temo que en esta vuelta al cole, sólo esa conciencia nos podrá traer la Paz a nuestro Corazón.
Cándido Granada Álvarez
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