La oveja negra es Navarra, que ya era la última comunidad autónoma en donación de órganos por habitante y sigue siendo la última a mucha distancia de la media de donaciones en España.
Como confirman las cifras de la ONT 2013, Navarra con 24,8 donantes pmp -el año 2012, la tasa era 18,5 pmp- sigue ocupando el último lugar frente a la media española de 35,2 pmp. Ni remotamente alcanzaremos a Segovia (99 donantes pmp), a La Rioja, a Castilla-León…; sólo con dejar de ser los últimos sería ya un triunfo, porque llegar a la media española al paso que va Navarra en los últimos años es una situación inalcanzable a corto y medio plazo.
¿Y qué hace AlcerNavarra? Pues campañas de publicidad pagadas por el Gobierno de Navarra donde miles de euros se van DIRECTAMENTE A LA EMPRESA DE PUBLICIDAD DE LA ESPOSA DEL PRESIDENTE DE ALCER-NAVARRA, MANUEL ARELLANO ARMISÉN. Tal y como suena, y reconocido por el propio Gobierno de Navarra.
Con la boca pequeña -muy pequeña- AlcerNavarra susurra que hacen falta donantes y solo ve la solución en campañas publicitarias. Campañas publicitarias que la propia AlcerNavarra adjudica a la empresa ADP PYMES Marketing cuya propietaria y gerente es Ana Moreno, esposa del presidente de AlcerNavarra, el cual es también contacto comercial de la empresa de su cónyuge. Dichas campañas publicitarias de la empresa ADB PYMES Marketing realizadas para AlcerNavarra han sido subvencionadas directamente por el Gobierno de Navarra como oficialmente reconoce el propio Gobierno de Navarra (Isabel Ansa Erice. Salud Doc. 2013/431).
A estas alturas está más que demostrado que las campañas publicitarias son inútiles y no conllevan un aumento de las donaciones. La captación de donantes es otra cosa muy diferente: no depende de campañas publicitarias. Me remito al último “EU Cluster Meeting SOHO” celebrado en Madrid a finales de junio 2013 en el que el propio Dr. Matesanz volvió a afirmar públicamente que “Las campañas de publicidad no sirven para aumentar las donaciones”, insistiendo en “No hemos encontrado ninguna evidencia de que las campañas de publicidad inciten a donar, pero sí hay evidencias de lo contrario”. Y más: “No hay en todo el mundo un solo ejemplo de un país con altas tasas de donación gracias a campañas de publicidad”. Creo que a estas alturas no se puede poner en duda lo que el Dr. Rafael Matesanz afirma y reafirma. Aquí, en Navarra, no nos enteramos o nos enteramos solo de lo que conviene a algunos.
En vez de tanta publicidad a través de empresas privadas se debería emplear ese dinero en poner en marcha las soluciones que desde hace 6 años se contemplan en el Plan Estratégico Donación 40 de la ONT y que las demás comunidades autónomas han llevado a cabo. No hay nada que inventar, basta con copiar -y copiar bien- lo que otros están haciendo.













